Los raptors vencen a milwaukee y pasan a la final¡¡


The Raptors of Marc Gasol and Ibaka pass to the final of the NBA!

Giannis Antetokounmpo contra Marc Gasol

Un gran Kawhi Leonard (27+17+7) apareció cuando su equipo más lo necesitaba y robó a los Bucksun partido que parecía que iban a ganar.

Los Toronto Raptors hicieron hoy historia al ganar la final de la Conferencia Este a los Milwaukee Bucks por 100-94 en el sexto partido de la serie y avanzar por primera vez a la final de la NBA que disputarán contra los Golden State Warriors.
Los Raptors pasan a la final al colocar un 4-2 en la serie contra los Bucks y gracias de nuevo a la actuación de un descomunal Kawhi Leonard que apareció justo cuando su equipo más lo necesitaba y le robó a los de Milwaukee un partido que parecía que iban a ganar con facilidad.
Al descanso, Leonard sólo tenía ocho puntos. Al final anotó 27 y añadió 17 rebotes y 7 asistencias, llevando su equipo a su primera final. También por primera vez en la historia, dos jugadores españoles, los Raptors Marc Gasol y Serge Ibaka, estarán en una final de la NBA.
Tras conseguir lo que ningún equipo había logrado durante la temporada regular, derrotar tres veces seguidas a los Milwaukee Bucks, los Toronto Raptors se enfrentaban hoy a su mayor desafío: cerrar el playoff en el sexto partido y en casa, colocando un parcial de 4-0 contra los Bucks.
Los Raptors lo tenían todo a su favor. La inercia de la final de la Conferencia Este estaba claramente de su lado. Pero sobre todo el equipo ha estado funcionando a la perfección. Su principal estrella, Kawhi Leonard, está funcionando al máximo y se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la historia en los playoff.
Hasta hoy, Leonard llevaba anotados una media de 31,4 puntos por partido, sólo superado por Kevin Durant.
De hecho, Leonard es ahora uno de los seis jugadores que tiene una media de más de 31 puntos por partido fuera de la temporada regular. Leonard une su nombre a los de Michael Jordan, Hakeem Olajuwon, LeBron James, Allen Iverson y Jerry West.
Y lo que es más importante, no sólo Leonard está rindiendo al máximo, el banquillo de los Raptors está siendo definitivo lo que permite que cuando uno de los titulares tiene un mal día, como Danny Green, el entrenador Nick Nurse cuente con alternativas para salvar el día.
Un buen ejemplo de esto fue el quinto partido que los Raptors ganaron a los Bucks en Milwaukee. El equipo de Toronto realmente se llevó el partido cuando saltó a la cancha Fred VanVleet, el segundo base del equipo, y anotó siete triples, 21 puntos.
Pero lo mismo pasó en el cuarto partido, cuando Serge Ibaka anotó 17 puntos y se llevo 13 rebotes, o en el tercer, cuando Norman Powell hizo 19 puntos y cuatro rebotes.
No es extraño que Nurse haya declarado que no considera a Ibaka, Powell o VanVleet banquillo y que los Raptors no tienen un cinco titular sino un ocho titular.
En el otro lado, los Bucks, el mejor equipo de la NBA en la temporada regular, han dejado al descubierto su debilidad: sin su estrella, Giannis Antetokounmpo, funcionando al máximo, el equipo de Milwaukee es vulnerable.
Los Raptors se han dedicado a anular al "Greek freak", colocándole encima a Leonard, que en el pasado ha sido uno de los mejores defensores de la liga. Además, Leonard constantemente recibe la ayuda de jugadores como Marc Gasol, Ibaka o Siakam para parar a Antetokounmpo.
El inicio del partido no se presentó de cara para los Raptors. A parte de que Gasol le ganase el salto inicial a Brook López y que Kyle Lowry hiciese los dos primeros puntos del partido, al equipo de Toronto no le salió nada.
Danny Green falló los tres triples que intentó. Leonard tampoco hizo el único tiro de tres que intentó. Sólo Lowry hizo una de tres.
En los Bucks, Khris Middleton anotó dos de sus tres triples, Brogdon dos de sus dos, George Hill uno de dos y Ersan Ilyasova uno de uno.
Los Bucks también se llevaron los rebotes de los 12 primeros minutos lo que permitió que al final del cuarto el marcador fuese un 18-31 para los de Milwaukee.
En el segundo cuarto, aunque Leonard siguió sin funcionar a los niveles habituales, los Raptors mejoraron ligeramente, lo suficiente para acortar las distancias a cinco puntos en la parte final del periodo gracias dos triples de VanVleet y un par de canastas seguidas de Ibaka.
El acierto de Antetokounmpo y Eric Bledsoe hizo que los Bucks se fueran al descanso con siete puntos por delante de los Raptors, 43-50.
A la vuelta de los vestuarios, la situación se mantuvo en las mismas pautas. Con los Raptors incapaces de dominar el rebote ofensivo o defensivo, los Bucks se empezaron a despegar.
La situación se puso incluso mejor para los Milwaukee cuando Gasol tuvo que ser sustituido a cuatro minutos del final del periodo tras acumular su cuarta personal. En ese momento, los Bucks estaban 14 puntos por delante.
Pero de repente apareció Leonard. El de los Raptors hizo nueve puntos en los dos últimos minutos del partido y los de Toronto colocaron un parcial de 10-0 para irse al último cuarto con 71-76, sólo cinco puntos de diferencia.
La remontada de los Raptors continuó en el último cuarto. A los dos minutos, Toronto empató el partido a 78-78. A falta de ocho minutos para el final, Toronto estaba cinco puntos por delante, 83-78.
El equipo canadiense se llegó a poner a ocho puntos a falta de seis minutos para la conclusión pero los Bucks recortaron a un punto, 87-86 a falta de cinco minutos. Los siete últimos segundos fueron interminables. Pero al final, los Raptors se impusieron por 100-94.

Kyrie vería con buenos ojos acabar en los Brooklyn Nets¡

Kyrie vería con buenos ojos acabar en los Brooklyn Nets

Según adelanta Anthony Puccio (SNY), existe interés mutuo para que el jugador de los Celtics y los Brooklyn Nets unan sus caminos.

El devenir de Kyrie Irving apunta a ser uno de los grandes embrollos de este verano. La estrella de los Celtics ha firmado una temporada bastante brillante, siendo capaz de liderar y salvar a su equipo en muchos de los encuentros de la temporada regular. Pero no todo lo que ha aportado ha sido positivo, pues sus puntuales declaracionesya sean dudando de sus compañeros o dejando en el aire un futuro lejos de Massachusetts, no han ayudado para que el rendimiento del bloque mejorase.
Los de Boston comenzaron su periplo en playoffs con buen pie: 4-0 a los Pacers y victoria a domicilio ante los Milwaukee Bucks, el mejor equipo de la temporada regular. Pero fue tras el primer choque en el Fiserv Forum cuando los Celtics cayeron en picado, sumando cuatro derrotas consecutivas que les despedían de aquello que terminó convirtiéndose en una quimera: imponerse entre el Big Four del Este y competir por el anillo.
Poco más de dos semanas han pasado desde el último episodio de los Celtics en el curso actual y ahora, tanto jugador como equipo, tendrán la mente puesta en su futuro. Aún por decidir si juntos o separados. La franquicia desea que su estrella se quede pero no confía al 100% vista las dudas que mostrado abiertamente sobre el proyecto. Irving, por otro lado, cuenta con una player option de 21.3 millones de dólares que seguramente no ejecute, pues novias no le faltan, e incluso que mejoren esa cifra.
Dentro de esa lista destacan en negrita equipos como Los Angeles Lakers y, sobre todo, los New York Knicks, pero ahora empieza a coger fuerza los vecinos de la Gran ManzanaSegún Anthony Puccio (SNY), Kyrie Irving vería con buenos ojos Brooklyn como destino si finalmente decide no seguir con los Celtics. La temporada de los Nets ha sido asombrosa y su logro final, entrar en los playoffs, ha ayudado aún más al jugador para considerar este destino como próspero.
La idea inicial de los Nets, según este medio estadounidense, no sería otra que la emparejar al base con su actual estrella D'Angelo Russell. Para nada descartan deshacerse del ex de Lakers si llega Irving, al cual le mejorarían el contrato pues se convierte este verano en agente libre restringido. La relación entre ambos jugadores es bastante estrecha. Compartieron entrenador, Kevin Boyle, en secundaria y en la franquicia creen que el juego entre ambos podría funcionar.

"Si el jugador adecuado está disponible, creo que como cualquier otro equipo, intentaremos ir a por él", apuntó el manager general de los Nets Sean Marks, aunque reconoce que estudiarían bien cualquier decisión: "Veremos como avanza esto. No se trata de dar pasos rápidos. Hay muchas personas que tuvieron un papel importante para que el equipo llegue hasta donde está ahora"

Centenariazo del Valencia

Octava Copa para el equipo de Marcelino, que mandó en la primera mitad y supo sufrir en la segunda. Messi no fue suficiente en un Barça deprimido.

Fue la Copa más linda y deseada del Valencia, en el año de su Centenario. También un ejemplo de superación de un equipo moribundo en otoño y renacido en primavera que preparó la cita como merecía, con ejercicios espirituales en Jerez y un plan perfecto para explotar sus virtudes y ocultar sus defectos. El último ejemplo de que la voluntad lo es casi todo en el fútbol.
En el lado oscuro quedó el Barça, un campeón con trauma, un equipo que desapareció en Anfield y no tuvo fuerzas ni ánimo para pedir disculpas por aquello con un doblete. Aquel proceso que se abrió en Liverpool tendrá ahora piezas separadas: Valverde, Coutinho, la secretaría técnica… Llevará tiempo dejar de sangrar por esa herida.
El Valencia no engañó a nadie. Los planos de su partido contemplaban una abusiva posesión del Barça y una rendición incondicional de la pelota al adversario. Su partido estaba en colarse por la rendija del contragolpe al menor descuido rival con Rodrigo y Gameiro, delanteros supersónicos, y hacer blanco con poca munición. Eso han sido siempre los equipos de Marcelino, grupos en estado de alerta máxima.De ahí que sus ciclos hayan sido casi siempre cortos: la tensión permanente agota la convivencia. Así que el Valencia apiñó sus líneas y procuró enjaular a Messi en el cuadrado carcelario que formaron sus dos mediocentros y sus dos centrales. A ello se prestó Parejo, bueno sin la pelota y decisivo con ella. No hay centrocampista nacional que conozca mejor el oficio y tenga mejor pie.
Valverde optó por la propiedad asociativa, con Sergio Roberto de extremo derecho disfrazado y Arthur en el centro en lugar de Vidal, que es comando en el ballet. También puso a Coutinho, hasta ahora jarrón chino, una hora y media después de que el médico le diera el alta. Un equipo, en definitiva, más ancho que profundo, más efectista que efectivo, y lo que es peor, poco cauto con las pérdidas. En la primera, de Lenglet, Rodrigo se limpió a Cillessen en su salida y Piqué metió su heroico pie derecho para salvar el gol.
Aquel paseo de la pelota, aquel gilijuego del Barça, sólo le llevó ante Jaume en dos disparos de Messi, uno levemente desviado por la zaga valencianista, otro adivinado felinamente por el meta. A la virtud de defender sin desatenciones unió el Valencia la de sumar efectivos suficientes en sus salidas. Y en una de ellas se puso por delante. Guedes inició la maniobra de distracción corriendo en dirección contraria al pase largo de Paulista. Eso abrió un enorme pasillo a Gayá, que le entregó el balón a Gameiro al borde del área. El castañazo del francés dejó estupefacto a Cillessen. Y casi de inmediato, el segundo, cuando Soler le ganó un esprint a Jordi Alba y su preciso envío lo cabeceó Rodrigo a la red a bocajarro. El Barça seguía en Anfield. Desde Messi a sus centrales, despellejados por la velocidad de Rodrigo y Gameiro.

Despertó el Barça

Después del descanso el Barça cambió el discurso. Valverde quitó a Semedo, retrasó a Sergi Roberto y abrió a la derecha a Malcom. También metió a Vidal. Piqué se ofreció con asiduidad como rematador, la receta de la abuela (y de Cruyff), y Messi se responsabilizó de la situación. Otro Barça, con menos toque y más fiereza, y otro partido, que encogía al Valencia y le ponía en apuros. Esta vez no era un repliegue táctico sino agónico. Un jugadón de Messi, patinando en el área entre cuatro defensas rivales, acabó en el palo. Vidal no acertó en el rechace. El chileno quiso ser el ariete que no tenía el Barça ni en el campo ni en el banquillo, más allá de Piqué, que acabó a área cambiada.
El susto llevó a Marcelino a no esperar más con Kondogbia, al que el físico no le alcanzaba más allá de la media hora. Lo que no estaba en la hoja de ruta era que el sustituido fuera Parejo, el faro del equipo, que hubo de retirarse lesionado.
El Barça, obligado a una remontada permanente en esta Copa, se vio de nuevo en el partido con un gol de Messi, tras rechace de Jaume a cabezazo de Lenglet. Un tanto que abrió un larguísimo asedio culé, con más empeño que claridad. Supo sufrir el Valencia y perdonó dos veces la sentencia Guedes, pero acabó levantando su octava Copa. Y la segunda que perdió el Barça en la noche de terror en Anfield.

























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