Un posible trueque Neymar-Bale, entre Madrid y PSG, la segunda vía que anuncia 'The Independent'
Un posible trueque Neymar-Bale, entre Madrid y PSG, la segunda vía que anuncia 'The Independent'
El rotativo inglés habla de que el entorno del brasileño ha ofrecido en los últimos días al jugador al Madrid ya que la situación con el Barça está en punto muerto.
El destino de Bale es aún un misterio pues no ha salido a la luz pública el club con el que el Real Madrid está negociando en los últimos días. El caso se destapó después de que el jugador galés no se vistiera de corto para el partido de los blancos ante el Bayern. "Si sale mañana, mejor”, sentenció Zidane. Y el primer medio serio que ha lanzado una bomba informativa ha sido 'The Independent'. El rotativo inglés habla de un posible truque Neymar-Bale entre el PSG y el Real Madrid.
Habla 'The Independent' de que una fuente cercana al club francés ha confirmado el interés que podría haber por parte del PSG en la estrella de Gales para impulsar de nuevo su proyecto, sobre todo teniendo en cuenta quelos días de Neymar allí parecen estar contados. Por otro lado, afirma 'The Independent' que el entorno de Neymar ha ofrecido en los últimos días al jugador al Real Madrid debido a que la situación con el Barcelona está en un peligroso punto muerto. Al parecer, Neymar quiere salir de la League 1 cuando antes.
Hace unas fechas ya se habló de un posible trueque entre el Manchester United y el Real Madrid con Pogba y Bale de por medio. Pero esa operación se desechó al poco tiempo por las altas pretensiones de sueldo de Bale, que en el Madrid cobra 14,5 millones de euros limpios y que en su vuelta a la Premier quería cobrar cerca de 20. Ahora, esta situación entre Neymar y Bale, entre el PSG y el Real Madrid, vuelve a tener sentido.
¡¡Bale se sale con la suya!!
Zidane reconoció en público que lo quiere fuera ya y eso obliga al Madrid a no poder echarse atrás en la negociación de su venta. El galés se fue de Houston relajado.
El caso Bale estalló definitivamente en Houston cuando Zidane le dejó fuera del amistoso contra el Bayern y admitió en público que prefiere que el galés se vaya lo antes posible. "Si es en las próximas 24 o 48 horas, mejor", dijo tras el 1-3 ante el Bayern. El Madrid ya no tiene así marcha atrás si las negociaciones para la venta de Bale se torcieran en la última curva. A Zizou se le vio visiblemente incómodo con el asunto del atacante porque el culebrón amenaza con monopolizar lo que queda de gira (Washington y Nueva York) si no se le pone final. Es lo que le ha transmitido al club. Premura.
Eso es lo que le gustaría a Zidane, pero también a Bale. El galés lleva todo el verano jugando la estrategia negociadora de decirle al club blanco que está feliz en el Bernabéu y que, por él, cumpliría su contrato. El Madrid tampoco dejaba fisuras. No le permitía irse gratis a cambio de ahorrarse su sueldo y de puertas afuera el mensaje era conciso: "Bale es jugador del Madrid y no hay ofertas por él". Pero Zidane alteró la partida en su primera conferencia de Prensa de la pretemporada. "La situación de Bale de junio a ahora no ha cambiado, para nada", todo un aviso de la tormenta por venir.
Bale ya supo antes de ir al NGR Stadium que no iba ni a vestirse. Pero su cara fue una al llegar al estadio, seria y cabizbaja, y otra muy diferente al irse. Más relajado una vez que fue Zidane el que tuvo que tragarse el sapo de apartarle primero y después reconocer públicamente que está detrás de su adiós. "Una salida es cosa del entrenador y del jugador también, que sabe la situación que hay", admitió el galo.
Bale no jugó ante el Bayern para no tentar a la suerte con una posible lesión y paseó de arriba a abajo su maleta por el NGR Stadium de Houston, una escenificación en toda regla. En el palco privado donde vio el partido estuvo incluso por momentos sonriente. Su objetivo, que es el de salir del Real Madrid en las mejores condiciones posibles para mantener su altísimo salario (17M€) en otro sitio, está a pocas horas o días de cumplirse
Harden, Russ y Michael Jordan: las estadísticas y los anillos!!
Westbrook y Harden formarán una de las duplas con mayor talento individual que ha habido en la Liga; Jordan ya dijo que eran muy buenos... pero que él tenía 6 anillos.
"Lo que están haciendo Harden y Westbrook demuestra el talento y el progreso de la Liga. Estoy orgulloso de lo que han hecho los dos porque creo que ayuda a la NBA. Pero, ¿qué es más duro desde el punto de vista de un jugador? 6 campeonatos, sin duda". Con esta interesante reflexión, Michael Jordan ponía en relieve un tema muy interesante y que genera mucho debate en la competición norteamericana: ¿hasta qué punto son compatibles las estadísticas y los anillos?
El considerado por muchos como el mejor jugador de la historia del baloncesto siempre ha reivindicado una cosa por encima de cualquier otra: los anillos que ha conseguido. No habla de récords individuales ni de gestas memorables, sino del premio capital que hace a los jugadores de la NBA entrar en la historia: los campeonatos.
Estas declaraciones fueron hechas el pasado mes de febrero, cuando Harden estaba realizando una de las mejores temporadas de la historia en anotación y Westbrook iba en camino de promediar de nuevo un triple-doble en la regular season. Dos explosiones individuales que se juntan en los Rockets y cuya asociación tiene una lectura muy difícil de predecir.
Estamos hablando de dos bestias del baloncesto, de dos de los mejores jugadores que ha habido en la historia reciente de la Liga y que han logrado cosas en las últimas campañas al alcance de muy pocos. Triples-dobles, anotaciones estratosféricas, un récord tras otro... y ningún campeonato entro los dos. Ambas estrellas han sido muy cuestionadas por los aficionados, y su forma de jugar nunca ha gustado a todo el mundo. Y tampoco ha sido efectiva.
Los números nos demuestran tanto una cosa como la otra. Harden ha conseguido promediar esta temporada 36,1 puntos por partido, el mejor en esta categoría estadística desde los 37 que hizo Jordan en la 1986/87. En los últimos años, solo Kobe se acercó a esa cifra, llegando a los 35,4 en la 2005/06. Curiosamente, ninguno de los tres se hizo con el MVP de la temporada tras firmar estos números. Ni con el título.
Más de lo mismo para Westbrook: tercer triple-dobe de promedio consecutivo, un récord inimaginable hace unos años y que el base repite ininterrumpidamente desde que Durant abandonara los Thunder.
Pero, pero, pero... Ese es el problema. El pero. Solo han jugado unas Finales, en 2012, cuando ambos compartían equipo. Harden estuvo cerca del campeonato en 2018, cuando los Rockets cayeron en el séptimo partido (en casa) de la final del Oeste ante los Warriors. Peor todavía le ha ido a Russ, que no pasa de primera ronda desde que, otra vez, Durant se marchara del equipo.
Las explosiones individuales y los anillos
Tradicionalmente, en la NBA se suele cumplir una norma no escrita que dice que los grandes jugadores no han ganado sus campeonatos en las temporadas en las que han tenido mejores estadísticas individuales. Ha sido cuando han dado un paso a un lado y cuando se han adaptado al equipo cuando han llegado los anillos. Cuando han batido récords y se han convertido en máquinas de jugar al baloncesto se han quedado sin el premio gordo.
Esto le pasó al propio Michael Jordan. Ente la 86/87 hasta la 89/90, el escolta promedió 37,1, 35 (con 8 rebotes y 8 asistencias), 32,5 y 33,6 puntos por partido. No se llevó ningún campeonato. Entre 1991 y 1998, solo superó alguno de esos promedios en el 92 (acabó con 32,6), y en los dos últimos campeonatos no superó la treintena. Cuando bajó sus estadísticas y contó más con sus compañeros (Phil Jackson mediante) fue cuando se llevó el premio gordo, que se le resistió en sus 6 primeras temporadas como profesional.
A Kobe le pasó algo parecido. Sus tres mejores temporadas a nivel individual se quedaron sin premio: los más de 35 puntos por encuentro de la 05/06, los 31,6 del año siguiente (con 10 partidos por encima de los 50 puntos) y los 30+7+6 de la 02/03. Ni siquiera una final de Conferencia. Los cinco anillos de campeón corresponden a temporadas regulares más modestas (sus estadísticas siguieron siendo bestiales) que no le impidieron bajarse de los Mejores Quintetos de la Liga, del All Star o incluso del MVP de la Temporada, que logró en 2008.
La historia se repite con asiduidad. La temporada de triple-doble de Oscar Robertson se quedó sin premio, y gente como Jerry West o Wilt Chamberlain lograron sus anillos en la parte final de su carrera, cuando dejaron de lado su versión sobrehumana y formaron equipos campeones.
Harden y Westbrook
El problema para estos jugadores es que han encontrado una manera de jugar que les permite hacer auténticas salvajadas... pero no ganar el anillo. La cantidad de balón que asumen, algo que tendrán que resolver ahora que comparten equipo de nuevo, es un escollo para que sus compañeros se desarrollen, e incluso hemos visto lagunas en su juego que pasan desapercibidas en temporada regular pero que son muy importantes en playoffs. La pasividad defensiva de Harden o la obsesión de Westbrook en ir a por el rebote ignorando a su contrincante, son solo algunos de estos ejemplos.
Tampoco la fama que tienen dentro de la Liga y el carácter de ambos les han ayudado. En los últimos años, hemos visto como Howard, Lin y otros baloncestistas se han tenido que ir del lado del escolta de los Rockets cuando las cosas no funcionaban o cuando se oponían al macho alfa, como ha sido el caso de Chris Paul. Lo mismo ha pasado con Westbrook: Durant, Carmelo, George... la alianza solo funcionó bien con el primero, y curiosamente ha sido en una posición subalterna donde Russ se ha acercado más al anillo.
La tendencia para ambos ha sido que sus compañeros se han tenido que adaptar a las estrellas... y no al revés. En los Thunder, hemos visto como los jugadores hacían todo lo posible para que su estrella hiciera un triple-doble. En Houston, la cantidad de aclarados a Harden y de jugadas que empiezan y acaban en sus manos son incontables.
Ahora les toca enfrentarse juntos a una nueva posibilidad de anillo y a sus propios fantasmas. Pueden estar en plenitud y ganar campeonatos; ya lo hicieron Magic y Bird. Pero alomejor, solo alomejor, deberían dejar de lado los récords individuales para no entrar en esa lista tan larga de los mejores jugadores de la historia que se retiraron sin anillo.
Se abre una nueva etapa para ellos. Están en la madurez de su carrera deportiva y forman una dupla temible, pero, curiosamente, nadie les tiene en cuenta para el campeonato. Al menos a priori. No gozan de excesiva simpatía, y su manera de jugar y de comportarse no les hace estar especialmente bien considerados en los vestuarios, aunque esto no les viene mal del todo. Se unen ante la adversidad en un equipo que ha optado al campeonato en las dos últimas campañas y con un entrenador, Mike D'Antoni, que le ha venido muy bien a Harden y que a buen seguro sabrá sacar provecho de Westbrook. El juego rápido y vistoso se adapta perfectamente al base.
Se ha abierto una nueva etapa en la NBA. Ha sido la de Kawhi, el hombre que ha acabado con los Warriors. La de los nuevos Lakers, con Anthony Davis a la cabeza. Y la de un Este sin dueño, disuelto otra vez el equipo que ganó la Conferencia. Una etapa que seguirá dominada por el triple y que viene como anillo al dedo a Harden y Westbrook... a los que les falta precisamente eso. El anillo en el dedo. Ya lo dijo Michael Jordan. Eso es lo más importante en la NBA. Los anillos.
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