Pánico en los Lakers: LeBron se lesionó contra los Clippers

El Liverpool recibe una Premier por Navidad

El Liverpool recibe una Premier por Navidad

El Liverpool arrolló al Leicester y con un doblete de Firmino y tantos de Milner y Alexander-Arnold sumó otros tres puntos para ampliar su ventaja.


Alexander-Arnold se puso el gorro de Santa Claus, se montó en el trineo y, con dos asistencias y un gol, sentenció una Premier League que pase lo que pase en la segunda vuelta tiene que ir, sí o sí, a Liverpool. Maravilloso partido de los campeones del mundo, que a pesar de llegar de Qatar y de lo señalado de las fechas supieron imponerse en un escenario como el King Power Stadium con autoridad y buen fútbol. Los de Brendan Rodgers, que no tuvieron ninguna opción, saben ya que su mayor conquista esta temporada será un billete de Champions, ya que la distancia con el líder se amplía ya a 13 puntos.
A pesar de que el Leicester es el principal perseguidor del Liverpool hasta este momento, lo cierto es que sobre el terreno de juego no hubo ningún color. Los foxes no consiguieron ni acercarse a la meta de Alisson, de hecho no dispararon a puerta hasta el minuto 48, y los reds dominaron a placer un primer tiempo en el que pudieron cerrar el partido.
Solo Firmino, aprovechando un magnífico centro de Trent Alexander-Arnold tras un córner, fue capaz de batir la meta de Schmeichel con un brillante cabezazo al que también estuvo a punto de llegar Salah. Los de Klopp tenían tantas ganas no solo de llevarse los tres puntos, que también, sino de demostrar que no tienen rival dentro de la Premier, que el empuje de los recién coronados mejores del mundo fue mayor que en las últimas jornadas.
En la segunda mitad sentenciarían primero Milner de penalti, tras una mano de Söyüncü, y también Firmino, que volvió a recibir un regalo con lazo y todo de Arnold para sentenciar el encuentro y seguramente la competición. El propio lateral derecho, uno de los mayores talentos emergentes de Europa, completaría un partido para el recuerdo que vale media Premier.

Volvió Doncic (24+10+8) y los Mavericks hunden a los Spurs

Volvió Doncic (24+10+8) y los Mavericks hunden a los Spurs


El esloveno nota la inactividad en un día discreto en el tiro pero contribuye de forma decisiva al triunfo de los Mavs ante unos Spurs a los que aventajan ya en ocho partidos.


Volvió Luka Doncic, doce días y casi cinco partidos después. Casi porque se torció el tobillo en el inicio del que los Mavericks perdieron, ya sin él, ante los Heat. Después, en un tramo muy duro del calendario, tampoco pudieron con Celtics y Raptors (donde se les escapó una ventaja de 30 puntos en la segunda parte) pero sí sumaron dos victorias de absoluto prestigio en Milwaukee y Philadelphia. En general, un buen tramo de los Mavs, que demostraron que son más que Luka Doncic pero que, obviamente, necesitan al esloveno para tener un techo realmente alto en el Oeste. Y lo tienen: están a medio partido de los Rockets en la Southwest, donde tienen ya ¡ocho! de ventaja sobre los Spurs después de derrotarlos por segunda vez en la temporada (102-98). Las dos en Dallas.
El marcador lleva un 0-13 final de maquillaje para unos Spurs que perdían 102-85 y se vieron con la opción de ponerse a uno (Derrick White falló un triple) a falta de seis segundos y después de dos tiros libres errados por Doncic, que pareció un poco oxidado en el partido en el que estrenó contrato con Jordan Brand y en el que, en todo caso, y aunque comenzó fallando sus tres primeros triples y perdiendo tres balones, acabó con 24 puntos, 10 rebotes y 8 asistencias sin tirar bien: 9/23 y 1/6 en triples. Tampoco Porzingis brilló (13 puntos, 4/15 en tiros) pero la diferencia ahora mismo entre los dos equipos texanos es lo suficientemente grande para que los Mavs ganen sin hacer nada realmente del otro mundo. Bastó un 16/40 en triples contra el (una vez más) pobre 8/29 de los Spurs, donde solo acertó por fuera un Rudy Gay que sostuvo al equipo en el tercer cuarto, cuando los Mavericks ya amenazaban con abrir brecha (79-66). El alero firmó un 4/7 total por el 4/22 del resto del equipo. Acabó con 18 puntos por los 17 de LaMarcus Aldridge y los 21 de un DeMar DeRozan que tuvo muy poca incidencia en el partido, uno de los (muchos) problemas que persiguen a estos Spurs de saldo.
Todo el quinteto de Rick Carlisle anotó en dobles figuras. Hardaway sumó 17 puntos, Finney-Smith 13 y los Mavericks ganaron sin excesos pero con autoridad a unos Spurs que solo repartieron 17 asistencias por sus 13 pérdidas, y que se dejaron a las primeras de cambio olvidadas sus excelentes sensaciones del último partido antes de Navidad, cuando metieron todo contra los Grizzlies. De 145 puntos a 98 en tres días y ya 12-18, a seis partidos del 50% de victorias pero vivos en la lucha por los playoffs porque en el Oeste nadie parece querer el octavo puesto. Esa es su pelea: agarrarse con uñas y dientes a esos últimos billetes para no perderse las eliminatorias por primera vez desde 1997 y convertirse en el primer equipo con 23 años seguidos en ellas. Los Mavericks, por su parte, están en otra batalla, la de llegar con opciones de dar sustos gordos en playoffs. Algo que, claro, será mucho más factible con Doncic a su mejor nivel. De momento, el esloveno ya está de vuelta tras lo que finalmente ha sido solo un sustito.

Pánico en los Lakers: LeBron se lesionó contra los Clippers



El alero jugó muy limitado por un rodillazo en la ingle de Beverley. Otra lesión en la ingle, también en Navidad, dio al traste con su temporada hace un año.


Parece una pesadilla recurrente para los Lakers: en el partido de Navidad de 2018, una exhibición ante los Warriors (101-127), LeBron James se lesionó, un problema en la ingle izquierda que acabó siendo más grave de lo previsto y que dio al traste con la temporada del equipo angelino, que ni siquiera se metió en playoffs. LeBron no volvió a jugar hasta el 31 de enero. Ahora, Navidad de 2019, el alero jugó un mal partido ante los Clippers... que podría estar relacionado, otra vez, con una lesión en la ingle. Esta vez en la derecha. Lento, sin explosividad y con una clara tendencia a conformarse con malos tiros exteriores sin buscar la zona ni el contacto físico, LeBron acabó con 23 puntos pero 9/24 en tiros, y vio como Patrick Beverley taponaba su intento de empatar el partido a falta de 3,6 segundos.
Lo peor para los Lakers es que eso estaba motivado, se supo después, por ese nuevo problema en la ingle para un LeBron que se había perdido el partido ante los Nuggets por un problema muscular torácico: “Me sentía pesado, en una carga de Patrick Beverley me llevé un rodillazo en la ingle y fue como volver a donde estaba hace cinco días”, dijo en referencia a los problemas físicos que lo dejaron sin jugar contra Denver. Esta lesión no es ni en el mismo sitio ni de la misma gravedad que la de la temporada pasada, en principio, pero existe el temor a que empeore si no se le dedican el cuidado necesario.
Por eso, es muy probable que ahora vaya a perderse “varios partidos” como mínimo, después de faltar por primera vez ante los Nuggets y jugar limitado contra los Clippers: solo lanzó cuatro tiros libres y falló diez triples (2/12) algo que no le había pasado en toda su carrera. Ahora, los Lakers cierran el año con un duro back to back, en Portland y en su pista contra los Mavericks. LeBron no está descartado pero desde los propios Lakers, según el periodista Dave McMenamin (ESPN), ya le han sugerido que sería conveniente que priorice su recuperación y no volver a jugar cuanto antes, a pesar de que el equipo esté en un bache tremendo (cuatro derrotas seguidas) después de un inicio fantástico de temporada. “Todavía no he pensado en el partido de Portland. Si estoy bien jugaré, si me encuentro bien estaré en ese partido. Ya veremos qué pasa”.

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