¡El Tottenham y el VAR echan a Guardiola de la Champions¡¡


¡El Tottenham y el VAR echan a Guardiola de la Champions¡¡

Çakir, tras consultar el VAR, concedió un gol de Llorente tras golpear en la mano y anuló a Sterling el tanto que metía a su equipo en semifinales. El Ajax, el rival de los Spurs.

A estas alturas de la temporada deberíamos estar saturados de fútbol. Sin embargo hay partidos que son un regalo para el espectador. El de este miércoles fue un encuentro antiguo: durante los primeros quince minutos cada llegada era un gol, nadie miraba al móvil, era imposible redactar la crónica. Alguien preguntó, ¿cuál es el resultado? Cuatro tantos cayeron en once minutos y luego vendrían tres más. Se clasificó el milagroso Tottenham con la aportación final del VAR que anuló el gol que hacía de Sterling uno de los grandes héroes de la historia del City. Lo será, pero no esta noche grande que le perteneció al fútbol. Y a Pochettino.
Si alguien no sabía qué se está cociendo en la Premier League, quizá salió de dudas. Es cocina de alta escuela. Se mencionarán errores, y con razón, pero la velocidad de decisión, la calidad táctica y técnica de los equipos, el deseo de ser protagonista, todo eso se vio en el Etihad. Nadie buscó engañar al árbitro, nadie se escondió, nadie ahorró una gota de energía. En un balón perdido que Ederson lanzó fuera en la zona de los banquillos, Guardiola hizo el amago de cabecear y Pochettino el de bloquearle para impedirle el contacto. Ni un balón que ya no es suyo lo quieren regalar.
Los errores fueron groseros. En el primer tanto (del City) la defensa basculó lenta. Gran derechazo de Sterling. En el segundo y tercero (del Tottenham) falló Laporte con un control y un pase al contrario. En el cuarto, fue Lloris el que se tragó el gol. ¿Cuántos llevamos? Son ya había marcado dos. Había táctica por supuesto: los dos primeros balones del City fueron diagonales de los centrales a los extremos, intentando evitar el embudo que el Tottenham había creado en la ida. Al borde del área rival esperaban siempre al menos cuatro jugadores ofensivos del City. Un centro de de Bruyne no pudo ser interceptado por nadie y con 3-2 el partido era otro. Sterling ya llevaba dos.
En la segunda mitad, el City empezó a vivir al borde del área rival apoyados por una afición que sonó como nunca. Daba la sensación de que el Tottenham lo había dado todo, que la cosa estaba en manos del City. Así que llegó el tanto de Agüero, el 4-2. A Lloris el balón le pasó como un obús por el primer palo. Pero que nadie deje de leer porque falta por contar el gol de Llorente a la salida de un saque de esquina que tuvo suspense por el VAR (no fue mano) y cuando se acababa el partido, tras otro error esta vez de Eriksen, Sterling marcó otro tanto sin tiempo para reaccionar.
El campo flotó, el salto al aire fue universal menos en la grada del Spurs. Pero… había un fuera de juego que solo vio el VAR. Gol anulado correctamente. Y poco después Pochettino, Jesús Pérez, Miguel d’Agostino y Toni Jiménez se abrazaron porque su aventura en el exilio y su insistencia en soñar les ha llevado a las semifinales de la Champions.


¡¡El VAR anuló el 5-3 a Sterling y, para Iturralde, el 4-3 de Llorente no debió subir al marcador¡¡

Çakir revisó en el VAR el remate del español. El balón le pega en el codo antes de entrar: "No vale aunque te dé involuntariamente". En el último minuto, invalidó el gol del City por fuera de juego.

El tercer y definitivo gol del Tottenham no debió subir al marcador, según explica Iturralde González, el árbitro de As. Lo logró Llorente, a quien el balón pegó en el codo tras peinarlo un rival, y de ahí a la cadera y a la red. "Le pega primero en la mano y después en la cadera y las instrucciones por parte de UEFA son claras: no puedes meter gol aunque te dé en la mano involuntariamente. Es lo mismo que tenga el codo pegado al cuerpo. Si lo hace el defensa no es penalti, pero si es el delantero que ataca, hay que anularlo inmediatamente. Lo ha dicho Rossetti a los árbitros UEFA", explica Iturralde, que concluye: "El Manchester City se queda fuera por no usarse bien el VAR".



Llorente marca el 4-3 en el Manchester City-Tottenham. 

Y añade: "Irrati (en el VAR), el número uno en cuanto a árbitros VAR, avisa a Çakir porque él sí ve mano. Cuando sale Çakir de ver las imágenes les dice a los jugadores "no he visto nada, es muslo". No le ponen la imagen desde detrás, donde se ve que le da en el codo. El error del VAR está en no ver dos imágenes claves. ¿Por qué? La cuestión es hacer justicia, no el tiempo".
En un principio, el árbitro Çakir (de Turquía) dio validez al gol y como tal lo celebró el Tottenham. No obstante, desde la sala del VAR le instaron a que revisara la acción. En las repeticiones se podía ver cómo, aunque levemente, la pelota sí tocaba en el brazo derecho del delantero, luego en su cadera y de ahí al fondo de la red. El colegiado fue a la pantalla y, tras visionarlo, decidió que ahí no había pasado nada ilegal: gol, 4-3.



Agüero, adelantado en el inicio de la jugada del 4-4 anulado. 

Fuera de juego de Agüero en el gol de Sterling

Si esa jugada fue decisiva, no lo fue menos la del minuto 93: Sterling marcó el 5-3 en una rápida jugada del City, pero de nuevo avisaron a Çakir desde el VAR. Había fuera de juego previo de Agüero, el asistente del tanto. En esta ocasión, al tratarse de una situación objetiva, el árbitro no tuvo que ir a revisarlo a la pantalla. Le dijeron que estaba adelantado y lo anuló.
En esta acción, Iturralde explica: "Para el juez de línea es muy difícil, porque él ve que el balón viene de un defensa, le pega muy levemente al del City, y no entiende que haya fuera de juego. Pero vista por la tele la acción no ofrece dudas".


¡Salah ya espera al Barcelona en semis¡¡

El equipo de Klopp arrolló al Oporto sin despeinarse. El tridente celebró un gol por cabeza. También se apuntó Van Dijk. Será el rival del Barcelona en semifinales.

Sin hacer su partido más brillante y con la peligrosa sensación de que puede dar mucho, pero que mucho más, pero lo cierto es que el Liverpool se marcha de los cuartos de final contra el Oporto con un 1-6 en el marcador global. Los tantos de SalahManéFirmino y van Dijk sirvieron para doblegar a unos portugueses que salieron con un ímpetu tremendo pero que solo consiguieron ver puerta por medio de Militao cuando la eliminatoria ya estaba más que sentenciada. En semifinales espera el Barcelona, que ayer barrió sin piedad al Manchester United de Paul Pogbá.
Los reds se veían tan sobrados de cara al encuentro que Firmino se quedó en el banquillo por Origi, que desplazó a Mané a la punta de ataque, y Wijnaldum y Milner acompañaron en el centro del campo a Fabinho. Los ingleses solo habían perdido cinco partidos hasta la fecha, solo uno por una diferencia de dos goles, y nada parecía indicar que los portugueses fuesen a completar una machada que se antojaba imposible. Y aun así, a los 15 segundos, Corona ya había enviado un balón que lamió la escuadra de Alisson.




El mexicano se convirtió en el mejor de los suyos y del partido durante los primeros 25 minutos en los que los portugueses pasaron literalmente por encima de los reds, incapaces de hilar una sola jugada, pero la falta de puntería de jugadores como Marega, que le puso más ganas que puntería, terminó costando muy caro a los locales.
A los 26 minutos, en la que era prácticamente la primera aproximación de los de Klopp a los dominios de Casillas, un buen pase de Salah entre líneas terminó con el gol de Mané. El árbitro señaló fuera de juego, pero el VAR, en una nueva constatación de lo importante que es a pesar de las críticas que recibe, demostró que el senegalés estaba en línea a pesar de que ni siquiera él mismo se lo creía.




El tanto mató a los Dragones, que no conseguían entender cómo era posible que a pesar de haber puesto todo el fútbol y toda la intención de la que habían carecido los ingleses fuesen por delante en el marcador. El problema es que los de Klopp, que tenían una ventaja extraordinariamente cómoda en la eliminatoria, tampoco mejoraron demasiado, por lo que el partido entró en una fase de confusión con la que solo podía acabar el descanso.
Pero para lo único para lo que sirvió fue para que el Oporto se diese cuenta de que necesitaba cuatro goles para pasar la eliminatoria, lo que le hizo bajar los brazos a pesar de seguir llevando la iniciativa en el juego. Aun así, una vez más sin ser la consecuencia de un dominio constante, el que volvería a marcar sería el Liverpool gracias a un fenomenal pase entre líneas de Alexander-Arnold que dejó solo a Salah ante Casillas para aumentar aún más la distancia.
El tanto de la honra lo pondría Militao con un cabezazo imperial a la salida de un córner poco después, aunque de poco le serviría a los portugueses. Lo cierto es que el brasileño se desempeñó mucho mejor como lateral derecho que como central izquierdo en Anfield, donde sufrió muchísimo con las acometidas de Salah y el mal partido de Alex Telles en el lateral.
Ya con espacios y con los locales derrotados, los reds aprovecharon para crear un mano a mano, enviado por Mané al limbo con Casillas ya batido y la portería vacía, y un contraataque que terminó con el cabezazo de Firmino que ponía el 1-3 en el marcador. El marcador se volvería más contundente, quizás de forma excesiva teniendo en cuenta lo visto en ambos partidos, con el testarazo de van Dijk, sentenciando los cuartos y mandando un mensaje directo al Fútbol Club Barcelona.

Salah se pone en el mercado¡¡

Según ha podido saber As, Mo Salah ha pedido salir del Liverpool por una fuerte discusión con Jurgen Klopp. Incluso, el delantero egipcio llegó a plantearse solicitar el 'transfer request'.

La estrella del Liverpool, Mohamed Salah (26 años), puede ser una de las joyas del próximo mercado de verano. Según ha podido saber As, el delantero egipcio le ha pedido a los dirigentes del club inglés que le traspase al finalizar la presente temporada. La razón por la que Salah quiere abandonar el Liverpool es una fuerte discusión que ha tenido hace tiempo con el técnico Jurgen Klopp y que fuentes del vestuario inglés han confirmado a este diario.



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El malestar del egipcio es de tal calibre que hasta habría llegado a informar a la directiva del Liverpool de que iba a solicitar el 'Transfer request' (se trata de una mecanismo articulado por la Premier League por la que un futbolista comunica oficialmente a su club el deseo de ser traspasado). Finalmente, la mediación de los propietarios del club han logrado persuadirle para que no se acogiera a esa fórmula. A cambio se han comprometido a facilitar su traspaso si a final de temporada mantiene su idea de abandonar Anfield.
Ante este nuevo escenario se abre la posibilidad de que los grandes de Europa puedan hacerse con los servicios de Mo Salah. El Madrid mostró su interés por el egipcio la temporada pasada, pero finalmente no pudo ficharle. Esta temporada no es una de la prioridades de Zidane, pero si se pusiera a tiro el Madrid podría entrar en la puja. En el hipotético caso de que Salah terminara recalando en el Madrid, compartiría vestuario con Sergio Ramos. Ambos protagonizaron una acción, durante la final de Champions de Kiev, por la que el delantero tuvo que ser sustituido con una lesión en el hombro que llegó a poner en riesgo su presencia en el Mundial de Rusia.
Salah lleva 22 tantos en 45 partidos esta campaña, en lo que está siendo una temporada más discreta que la pasada. En la 2017-18 llegó a marcar 44 tantos en 52 partidos y acabó en segunda posición de la Bota de Oro.


Un gran Irving conduce a los Celtics al 2-0 en la serie¡¡¡

Kyrie Irving.

El base All-Star de los Celtics anotó 37 puntos y también capturó seis rebotes y repartió siete asistencias. Junto a Irving Tatum logró 26 puntos.

El base All-Star Kyrie Irving surgió con su mejor inspiración anotadora al aportar 37 puntos que lo dejaron al frente del ataque de los Celtics de Boston en el segundo partido de la eliminatoria de playoffs de la Conferencia Este que ganaron por 99-91 ante los Pacers de Indiana y tienen ventaja de 2-0 en la serie al mejor de siete.
Irving, que anotó 15 de 26 tiros de campo, incluidos 6 de 10 triples, fue decisivo en el cuarto periodo cuando los Celtics vinieron de atrás para conseguir un parcial de 31-12 que marcó la diferencia.
El base estrella de los Celtics también capturó seis rebotes y repartió siete asistencias, además de recuperar un balón, perder dos y poner dos tapones.
Los Pacers, que estaban listos para haber podido empatar la serie, vieron como el escolta Wesley Matthews hizo mal un saque de lateral con 12.1 segundos por jugarse y permitió al pívot dominicano Al Horford pasarle el balón al alero Jayson Tatum, al que le hicieron falta después de haber completado un mate para cerrar la jugada con tres puntos para el parcial de 97-91 y 8.8 segundos antes de que sonase la bocina del final.
Los Pacers volvieron a perder el balón y los Celtics sentenciaron la victoria con otros dos tiros desde la línea de personal.
Junto a Irving, Tatum consiguió 26 puntos, incluido otro mate espectacular en la racha de 10-0 en los últimos cinco minutos del partido que decidieron la victoria de los Celtics.
El alero reserva Gordon Hayward volvió a ser el sexto jugador de los Celtics al aportar 13 puntos y cinco rebotes defensivos, mientras que Horford se convirtió en el mejor de los Celtics dentro de la zona al capturar 10 rebotes.
Horford jugó 37 minutos en los que aportó cuatro tantos tras anotar 2 de 6 tiros de campo, nueve de los 10 rebotes fueron defensivos, además repartió cuatro asistencias, y puso dos tapones.
Los Pacers comenzaron el cuarto periodo con la ventaja parcial de 68-79, pero Horford lo inició con un gancho al más puro estilo de Kareem Abdul-Jabbar.
El escolta Tyreke Evans respondió con un triple en la primera posesión de los Pacers, pero los Celtics encontraron su mejor inspiración encestadora para una racha de 16-0, incluidos ocho puntos seguidos de Irving, que les permitió ponerse arriba en el marcador con parcial de 86-82 y 5:04 minutos por jugarse.
Los Pacers fallaron 10 tiros consecutivos durante la racha de los Celtics y rompieron los cerca de ocho minutos sin anotación con un triple de Matthews cuando el partido ya se había decantado para los Celtics.
De nuevo, los Pacers mostraron su inconsistencia en el ataque como les sucedió en el primer partido cuando se quedaron con ocho puntos en el tercer periodo y esta vez en el cuarto apenas lograron 12 tantos.
El alero croata Bojan Bogdanovic con 23 puntos, ocho rebotes, tres asistencias y cuatro recuperaciones fue el líder encestador de los Pacers.
El ala-pívot Thaddeus Young aportó otros 15 puntos como segundo máximo encestador y el base Darren Collison logró otros 13 tantos, los mismos que tuvo Evans como reserva.
Collison anotó siete puntos en la racha de 10-0 que obtuvieron los Pacers en el tercer periodo cuando se pusieron al frente del marcador con parcial de 58-70, después de que los Celtics comenzaran a cometer pérdidas de balón, que les costó concluir el partido con 14 por 11 del equipo de Indiana.
Mientras que los Celtics volvieron a dominar las acciones bajo los aros con 41 rebotes por apenas 32 de los Pacers, que tuvieron en Bogdaovic a su mejor hombre en esa faceta del juego.
El ala-pívot lituano Domanta Sabonis, que es clave en las acciones dentro de la zona para los Pacers, acabó el partido con apenas un punto, cinco rebotes defensivos, además dio cinco asistencias y recuperó dos balones.
El partido tuvo como invitados de honor al entrenador en jefe Bill Belichick, de los Patriots de Nueva Inglaterra, actuales campeones del Super Bowl, junto a los jugadores, el receptor abierto Julian Edelman, ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP), Devin y Jason McCourty, Sony Michel y Duron Harmon.
La serie se traslada a Indianápolis, donde se jugarán los próximos dos partidos, el tercero, que será el viernes, y el cuarto, el domingo.

''Los jóvenes de Lakers no confían en LeBron tras la polémica Davis¡¡

Los jóvenes de Lakers no confían en LeBron tras la polémica Davis

Según Bill Oram (The Athletic), los jugadores de los Lakers que sonaron en el intercambio por Anthony Davis han perdido la confianza en LeBron James.

Si hay una franquicia a la que le queda mucho trabajo por hacer de cara al próximo curso, esa es la de Lakers. La insoñable temporada que han firmado, en lo negativo, sigue dejando efectos colaterales. En las últimas semanas Magic Johnson dejó su cargo como Presidente de Operaciones y, poco después, llegó el esperado despido de Luke Walton como entrenador. Todo ello como consecuencia del carrusel de desgracias que han sufrido los Lakers en este curso. Lo peor de todo es que una de ellas, quizá la más sonada de todas, sigue haciendo ruído.
Tras la llegada de LeBron James el pasado verano, la premisa de la franquicia era la de entrar en playoffs con el de Akron como gran estrella y mentor del grupo joven que coexistía, y aún coexiste, en los Lakers. Para que todas las piezas encajen, ha de darse un entorno de confianza mutua entre los jugadores y su líder, y a principios de temporada (hasta la lesión de James) se pudo ver la mejor versión de este equipo, tanto en pista como en la clasificación.
Pero esa confianza empezó a romperse cuando se filtró la lista de jugadores que podrían entrar en el intercambio por Anthony Davis, y terminó de dinamitarse cuando LeBron reconoció públicamente que sería increíble jugar al lado del pívot de Pelicans. Ese posible traspaso no se podría dar si los Lakers no metían a varios jugadores en la operación y las declaraciones del de Akron, tremendamente influyente en su nuevo equipo, hicieron aún más mella en los jugadores implicados. Entre ellos estaban algunos veteranos como Rajon Rondo y Michael Beasley; y tres jóvenes, Lonzo Ball, Kyle Kuzma y Brandon Ingram, que han perdido toda la confianza en su líder, tal y como cuenta Bill Oram (The Athletic).
James llegaba a los Lakers sabiendo lo que había. Conocía el panorama de las temporadas anteriores. Para mejorar esa situación solo hacía falta su nivel mostrado hasta el momento y la paciencia necesaria a la hora de ayudar a sus compañeros: un factor que, según Oram, se desvaneció al hacer público su deseo de jugar con Davis, afectando así a la confianza de los tres jugadores más prometedores de la plantilla.
Solo existen dos caminos para revertir esta situación y empezar la próxima temporada de la manera correcta: que finalmente se produzca la operación por Davis en este mercado o que los jóvenes de Lakers y LeBron recuperen la confianza perdida y sean capaces de jugar juntos. La primera opción se presenta más difícil que antes pues habrá más franquicias que lucharán por hacerse con La Ceja. Si se produce la segunda, quedaría latente, aún más si cabe, la mala gestión y la pérdida de tiempo de Lakers, que tendrán que emplear parte del nuevo temporada en fortalecer unos vínculos que ya están tocados.











































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